Zigo come cartas de amor
«Como cualquier perro, Zigo corre por los jardines, huele flores, persigue carteros, mastica zapatos y pide que le rasquen la barriga. Hasta que un día empieza a comer cartas de amor, periódicos y libros, y se vuelve un perro fuera de serie, tan único que será la fascinación de la familia, la confusión de los vecinos y el tormento de su ama.»